Erase una vez en un pueblo pequeño donde se conocía todo el mundo se pusieron de acuerdo de poner las paredes en rosa. Al día siguiente aparecieron blancas y no se sabía porque.
Hasta que al final se dieron cuenta de que había un monstruo que se comía los colores de las paredes. Y por eso ahora ahí paredes blancas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario